Hasta Siempre...

martes, 17 de abril de 2007

Una carta especial de un papá

Hoy cerré el boliche sólo porque quiero dedicártelo a vos.
Y esto es como magia, porque te aseguro que nadie va a golpear la puerta hoy.

Tal vez no coincidas con lo que pienso, pero sería interesante hacer un planteo:
La gran pregunta: quién soy?

¿Quién soy? Una simple pregunta que si no hemos logrado respondernos nos quedamos dando vueltas sin saber qué hacer.

Claro que la respuesta tiene mucho que ver con ¿hacia dónde voy?
Imaginemos que tienes una nave, la mejor, única, hecha sólo para vos, a tu medida y que sólo vos podes caber en ella..

De qué te sirve tener esa nave si no sabes a dónde ir?
Sólo vos sabes hacia dónde dirigir esa nave, vos le ponés el destino.

Tu cuerpo es esa nave, vos diriges su destino.

Cuando sabes qué es lo que aspira tu corazón desde de la necesidad, lo que realmente necesitas, tu nave se dirige con gran fuerza hacia ello.

Y te vas dando cuenta que realmente eres un ser inmortal que puede elevarse hacia la verdadera libertad y la verdadera felicidad de disfrutar ese destino y esa maravillosa nave que te ha sido dada.

Te das cuenta que los condicionamientos sólo son resistencias a vencer en el verdadero camino de la ampliación de la libertad en ti y en los demás.

Cuando lo comprendes, te llena una fuerza que te impulsa a construir una nueva realidad. Es como la fuerza de los enamorados, que no se limitan, no te ves carente de recursos, sabes que eso es lo que deseas, un deseo elevado…

Cuando comprendes que es tu espíritu el que tiene que dirigir la nave, te transformas…

Te das cuenta que la violencia no tiene sentido

Te das cuenta que el sufrimiento no tiene sentido

Te das cuenta que la vida tiene sentido…

Te das cuenta que a vida no termina con la muerte, que hay algo de ti que no se queda aquí…

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